Tu cuerpo es un gran instrumento, es si se lo permites tu mayor aliado en la búsqueda del bienestar. En la entrada ¿Receta express para salir del malestar psicológico? has podido identificar algunas estrategias que te ayudan a poner foco a tu mente y tus emociones en tu camino de salida del malestar psicológico.
Hoy te propongo algunas estrategias centradas en tu cuerpo y en cómo usarlo para obtener mayor bienestar.
Que tu alimento sea tu medicina
Necesitas mantener una dieta adecuada, que cubra las necesidades básicas del cuerpo pero que no responda simplemente a los deseos y caprichos, que sea equilibrada, natural y poco agresiva con el entorno*.
Cuídalo, sin él no hay bienestar posible
Así mismo necesitas realizar alguna actividad física. El ejercicio físico practicado de forma regular y frecuente estimula el sistema inmunológico ayudando a prevenir las llamadas enfermedades de la civilización, como la enfermedad coronaria, la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo II y la obesidad. También mejora la salud mental, ayuda a prevenir estados depresivos, desarrolla y mantiene la autoestima, e incluso aumentar la libido y mejorar la imagen corporal.
Afilar el hacha
Cuenta la leyenda que el leñador joven, consciente de su superioridad física, trabajaba sin descanso. A cada hora que pasaba estaba más y más confiado de que aventajaba a su contrincante. Tanta seguridad se debía a que a intervalos regulares escuchaba que al otro lado del bosque el ruido del hacha se detenía. Eso significaba que el leñador más viejo se tomaba un respiro.
El día llegó a su fin y se comunicaron los resultados. El joven leñador no podía creerse que había perdido. «¿Cómo lo has logrado? –preguntó- He oído que repetidamente tomabas descansos, y yo sin embargo no he dejado de trabajar durante toda la jornada».
El leñador más viejo le respondió: «Muy fácil. A cada hora hago una pausa para descansar y afilar el hacha».
Así es, tu cuerpo es tu instrumento como es el hacha para el leñador. Afilar el hacha es cuidar tu cuerpo, descansar.
Toma pausas durante el día para tí, para respirar, para descansar, para hacer una siesta de 15 minutos si has dormido mal o has madrugado mucho. No se extralimites. Reconoce y respeta tus propios límites.
Psicología para la acción
Respirando aquello que necesitas:
Haz una respiración profunda y siente el aire a medida que va entrando en los pulmones, siente que no es otra cosa que amor, paz, alegría, serenidad o lo que sea que necesites. Llena tus pulmones de aire hasta que tu cuerpo sienta la necesidad de expulsarlo, has una pequeña pausa y entonces expira y siente de nuevo placer, porque siempre que satisfaces una necesidad de tu cuerpo sientes placer. Haz otra pequeña pausa e inhala de nuevo y vuelve a empezar.
Bloqueando pensamientos negativos:
En el momento en que empieces a pensar aquello que te produce ansiedad o tristeza simplemente mira hacia arriba a la izquierda. Mantén tu cabeza quieta, sólo gira los ojos, no la cabeza. ¿Qué ha pasado? Lo más probable es que los pensamientos negativos hayan desaparecido. Al girar tus ojos los pensamientos cambian, recuerda siempre este hecho neurológico. Si miras hacia arriba nunca podrás pensar en negativo.
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*Para leer más sobre alimentación saludable te recomiendo leer Montse Bradford: «Lo que pensamos genera emociones, pero también lo que comemos»
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