Scott Adams menciona su libro «How to Fail at Almost Everything and Still Win Big» que existe una gran diferencia entre desear algo y decidir hacer algo. Si bien esta idea es bastante lógica en su planteamiento, es probable que aún estés dando vueltas deseando ser o hacer algo diferente.
Por ejemplo, puedes desear aprender un idioma, hacer ejercicio, aprender a cocinar, relacionarte con más personas, etc. Pero algo muy diferente es decidirlo. Decidir implica tomar acción. Si decides hacer ejercicio, aprender a cocinar, relacionarte con más personas entonces tomas acción y te inscribes en un gimnasio, te apuntas a un curso de cocina, invitas a un amigo/a que le guste concinar para que te enseñe y de paso te relacionas más con las personas.
¿Eres de las personas que se quedan en el deseo, te la pasas en la fantasía de lo que podría ser? ¿Te lamentas por lo que no eres, puedes o tienes y te consuelas con deseas que sea diferente? O por el contrario sales de tu zona conocida, de lo seguro, de lo habitual y te animas a tomar decisiones que te llevan a otros lugares, a tener otras experiencias y a conocer a personas diferentes?
Las personas que desarrollan al máximo su potencial superan esa primera fase del deseo. Obviamente todo empieza por un deseo, sin embargo cuando te haces cargo de tí mismo, de tus necesidades y de tus sueños, pasas a una segunda fase que es la fase de la acción, de las decisiones, del ensayo error. No necesariamente te saldrá bien a la primera, sin embargo sin probar nuevas salidas y muchas horas de práctica nunca llegarás a un lugar distinto.
Tampoco es seguro que llegarás exactamente a dónde has deseado o soñado. Es probable que en el camino te des cuenta que existen otros caminos, otros lugares u otras realidades que explorar. Seguramente encontrarás dificultades, algunas superables y otras insalvables. Lo que si es seguro es que al cabo de unos meses, unos años o al final de tu vida estarás en un lugar mucho más cercano a ese que deseaste que aquel en el que estabas inicialmente.
Psicología para la Acción
Esta semana te propongo llevar a la segunda fase tus deseos:
1. Hazte la pregunta: ¿Qué es realmente lo que yo deseo hacer? ¿Cuál es el sueño que deseo alcanzar?
Ejemplo: Hacer deporte 3 días a la semana
2. Una vez sabes qué deseas, preguntate a ti mismo: ¿Decido alcanzar este sueño, meta u objetivo?
Si la respuesta es no, puedes darte permiso de dejar de desearlo. De lo contrario te sentirás mal todo el tiempo porque no llegarás a cumplirlo.
3. Si la respuesta a la pregunta anterior es SI, elabora un listado de acciones necesarias para cumplir ese deseo, desde lo más básico e inmediato. Una vez tienes ese listado, define una fecha límite para cumplir cada una de esas acciones.
- Buscar un gimnasio cerca a casa/ Día xx.
- Visitar los gimnasios disponibles y ver horarios/ Día xx
- Matricula en el gimnasio elegido/ Día xx
- Preparar ropa y calzado apropiado/ Día xx
Ahora, pasa a la acción y disfruta de llevar al lugar que has elegido.
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