Metas, ideas, proyectos, al empezar el año estabas lleno de ellos. A medida que va pasando el año aparece el fantasmas de lo que pudo ser y no fué. En la entrada anterior Fracasar, descubre como dejar de hacerlo!!! descubriste una perspectiva diferente sobre tu «ensayos para llegar al éxito». Te propongo ahora ir un paso más allá y explorar qué hace que no logres lo que quieres.
Cuando las metas se resisten
Te has preguntado ¿por qué a pesar de identificar qué quieres en la vida y trazar metas desafiantes y motivadoras no logras alcanzarlas? O incluso estando en el camino correcto para alcanzarlas ¿por qué sucede algo que finalmente impide que lo logres?
Algunas de estas situaciones pueden explicarse a partir de comportamientos, actitudes, pensamientos que empleas para sabotear tus propósitos. Este autosabotaje es inconsciente y allí radica la dificultad para identificarlo de manera fácil.
Puedes creer que son condiciones externas a tí las que te impidieron alcanzar tus meta y que dichos factores nada tienen que ver contigo, que son asuntos de “mala suerte”, “castigo divino” o cualquier otra explicación ligera. Verás que no es así.
El autosabotaje de tus metas nace de la incoherencia
Al sabotear tus metas estás actuando desde la incoherencia. Hay una parte de tí que desea alcanzar dicha meta, pero hay otra parte que se encargar de hacer lo que sea necesario para no alcanzarla. Un ejemplo claro de autosabotaje es el comportamiento de las personas que terminan una carrera universitaria y se quedan anclados en la presentación de algún requisito que les impide obtener el título; aplazan muchas veces la realización de la tesis, no terminan de preparar algún examen final o se embarcan en otros proyectos que limitan de forma considerable su disponibilidad de tiempo.
¿Para qué te autosaboteas? ¿para qué empleas todas estas estrategias? ¿Por qué evitas el éxito a toda costa? ¿Cuál es ese pensamiento o sentimiento que te lleva a actuar de esta manera? Una posible respuesta la puedes encontrar en esta reflexión que habla del miedo a la propia grandeza.
NUESTRO MAYOR TEMOR…
Marianne Williamson
Nuestro mayor temor no consiste en no ser adecuados. Nuestro temor consiste en que somos poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que nos atemoriza.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, esplendido, talentoso, fabuloso?
Pero en realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres hijo de Dios.
Tus pequeños juegos no sirven al mundo.
Disminuirte a ti mismo para que los demás no se sientan inseguros a tu lado no tiene
nada que ver con la iluminación. Todos estamos hechos para brillar como brillan los niños.
Nacemos para manifestar esta gloria del Dios que está dentro de nosotros.
Y no es que esté solo en algunos; está en todos nosotros.
En la medida en que dejamos que brille nuestra propia luz, damos a otros el permiso para hacer lo mismo.
En la medida en que nos liberamos de nuestro temor, nuestra presencia libera automáticamente a otros.
Los esquemas personales de autosabotaje son la evidencia de fuertes creencias autolimitantes arraigadas en tu mente:
Las creencias que te limitan
• Baja autoeficacia:
Es probable que consideres que no tienes los suficientes recursos, conocimientos o habilidades para lograr la meta. Te preguntas ¿si seré capaz? y la pequeña voz dice NO!!! Este aspecto se relaciona conqué tan valioso y suficientemente bueno siente que eres. Para ampliar esta reflexión puedes leer las entradas Todo lo que te roba confianza y No hago nada bien.
• No merecimiento:
Considerar que no eres merecedor de aquello que deseas. Esta creencia está vinculada con una baja autoestima. Te propongo como ejercicio que durante los próximos días hagas una lista de las situaciones en las que sientes que no lograste alcanzar tus metas.
Gracias por compartirnos tus propias experiencias.
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