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para la acción

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10 causas de sufrimiento psicológico. Parte 1

Tabla de contenidos

Es habitual pensar que el sufrimiento psicológico es causado por fenómenos externos. Sin embargo, está mucho más relacionado con cómo te relacionas y reaccionas ante lo que sucede fuera que con los acontecimientos como tal. En estas dos entradas sobre el sufrimiento psicológico te comparto algunas de las ideas, creencias y actitudes que contribuyen y alimentan tu sufrimiento diario.

1. Cualquier material al que se le exige de más, se rompe

Tienes limitaciones, no eres experto en todo, no tienes porque saberlo todo ni hacerlo todo bien. Si te exiges de más, si no reconoces y respectas tus límites, tus capacidades, tus habilidades no sólo no serás compasivo contigo. Terminarás roto emocionalmente y tu cuerpo también puede llegar a protestar. Tampoco podrás aprender nada más. Sólo cuando reconoces tus límites puedes identificar aquellos puntos en los que necesitas trabajar, profundizar, aprender y mejorar.

2. No insistas, no le da para más

Deja de esperar empatía y compasión de quienes están a tu alrededor. Existen personas que no pueden sentir el dolor del otro y otras que su propio sufrimiento es tal que no pueden mirar hacia otro lado. Sin embargo si tu sigues esperando su compasión, cuidado o comprensión, serás tu quien aumente tu propio sufrimiento. Deja de esperar que el mundo se mueva a tu alrededor. Si estás en el lugar equivocado, eres tú quien necesita moverse de lugar.

3. Dale un espacio al dolor en tu vida

No es posible estar bien siempre, no es posible estar feliz en todo momento. La felicidad es tan intensa y explosiva que si la vives de manera continua e ininterrumpida por días, semanas, terminas agotado. Si bien el propósito de la vida puede ser sentirse en paz la mayor parte del tiempo que te sea posible, existen situaciones, acontecimientos, eventos, cambios que alteran esa paz. Es esencial reconocer y darle espacio a esos momentos de dolor, temor, ira o cualquier emoción que te perturbe. Darle su lugar, experimentarla, atravesarla es la única manera de integrar su existencia en tu vida y poder recuperar tu paz.

Para profundizar sobre esta idea puedes leer Los dos ladrones de tu paz, también puedes leer Hola, soy tu nuevo mejor amigo. Att: Tu Síntoma.

4. Reconoce a quien sí está a tu lado

En ocasiones escucho personas que sufren porque no reciben el apoyo, compañía o reconocimiento de determinadas personas. Sin embargo dejan de ver a todos los que están a su lado que si les apoyan, ayudan y acompañan diariamente. Es como con los niños pequeños que lloran por la chuche que no pueden tener cuando alrededor tienen caramelos, chocolates y demás para elegir. Te centras tanto que aquellos que no están que dejas de ver a los que día a día te escuchan e iluminan tu día con una sonrisa.

5. Por encima de todo, deja de querer convencer a los demás de que tienes la razón

Da igual el tema: política, religión, fútbol, tecnología o tu vida. Nadie tiene absolutamente la razón. Cada uno tiene algo de información y muchos juicios. Los juicios son las interpretaciones que haces de lo que ves, sin embargo esos juicios no son verdaderos ni falsos, tienen que ver con cómo tu ves una situación. Si bien es necesario que te comprometas a darles fundamento, nadie tiene que estar de acuerdo con tus juicios. Sufres muchísimo cuando crees que tienes la razón y buscas convencer a los demás. Las personas que quieren convencer a los otros se comportan como los militantes de sectas y en consecuencia los demás los van alejando y terminan sin entender por qué se han quedado solos.

Psicología para la acción

Durante esta semana reconoce y pon en valor a todas las personas que con pequeñas acciones están presentes en tu vida. Dile a la amiga o amigo que siempre te escucha lo agradecido que estás por su escucha atenta. A esa persona que siempre te sonrié y te da los buenos días también tienes que agradecerle. A ese padre, madre, hermano o familiar con el que sabes que puedes contar. A tu jefe que confía en ti y te recomendó para un proyecto y te apoya. Siempre hay alguien que ha creído en tí, que ha confiado en tí, que valora algo en tí. Esta es una buena semana para reconocerlo y darle las gracias.

Yo te doy las gracias por permitirme llegar hasta ti y darle valor al esfuerzo que hago por entregarte temas y reflexiones que puedan ayudarte. De verdad lo valoro mucho.

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