¿Teletrabajas? Descubre conversaciones que protegen tu bienestar emocional. Aprende a pedir

Tal vez algunos asuntos no funcionan como te gustaría para poder teletrabajar en optimas condiciones: hay ruido, te interrumpen, te piden que hagas más tareas de las que puedes abarcar, sientes que no llegas a todo, te parece que no cumples al cien por cien ni en el trabajo ni en casa, no puedes cumplir las promesas que haces a tu familia, a tus compañeros de trabajo o a tus clientes. ¿Te suena familiar? Al parecer aún no has desarrollado una habilidad esencial. Y es sobre saber pedir que vamos a reflexionar hoy.

Aprende a pedir

Saber pedir no sólo te ayuda si trabajas desde casa. Cualquier pedido necesita cumplir estas condiciones para que sea efectivo y de esta manera puedas sentir que el otro te cuida y lo más importante, puedas cuidar al otro. Esta es una de las bases del bienestar emocional.

¿Qué crees que significa hacer correctamente un pedido? Decirle al otro, ayúdame a preparar la comida y acto seguido la comida está en la mesa. No, no funciona así. Todo pedido tiene unos pasos* y estos son:

1. Expresa lo que necesitas

En primer lugar expresa claramente al otro lo que necesitas que haga. No asumas que el otro entiende, o que sabe lo que necesitas. Dile directamente: quiero pedirte que me envíes el reporte de ventas del mes pasado con un balance global de nuevos clientes. Por favor ayúdame a bajar la basura. Ahora bien, dirás: esto es obvio es lo que siempre hago. Sin embargo el pedido completo sería como sigue a continuación:

– Quiero pedirte que me envíes el reporte de ventas del mes pasado con un balance global de nuevos clientes. Tengo una reunión el viernes con el Director de Ventas y lo necesito para preparar la reunión. Debe tener detallados x y x aspectos y gráficos de x y x variables. Te pido me lo envíes el jueves antes de las 12 del día y necesito que esté en un documento editable, de manera que lo pueda integrar el resto de la información.

¿Ves la diferencia?

– Por favor ayúdame a bajar la basura. Necesito que la bajes ahora mismo, acabo de tirar residuos de x y no quiero que la casa huela mal.

¿Te ha pasado que pides algo y el otro lo hace cuando ya a ti no te sirve? Es porque no has hecho bien el pedido, y no necesariamente porque el otro sea negligente.

Además es necesario tener en cuenta que es indispensable que aquel a quién le pides cumpla con estas condiciones:

– competencia: evalúas que sea la persona idónea para realizar esa tarea o labor que requieres, sabe hacer lo que le pides que haga.

– sinceridad: juzgas que la persona a la que le pides es seria en el cumplimiento de sus acuerdos, si te dice que lo hará es porque cumplirá.

– fiabilidad: evalúas la persona a la que le pides puede cumplirte de manera fiable, es decir con lo que le has pedido y de manera oportuna. Porque puede ser competente pero no fiable porque siempre se retrasa.

– compromiso: a de acuerdo a tu juicio esa persona está comprometida contigo y le importa tu bienestar, así como seguir construyendo futuro juntos.

2. ¿Hay acuerdo?

Una vez haces el pedido, es esencial que la otra parte lo acepte. No por hacer el pedido este será realizado. ¿Crees que con enviar un e-mail pidiendo algo está asegurada la respuesta? ¿Cuántas veces por pensar de esta manera te has quedado sin aquello que habías pedido?

En esta fase la otra persona hace las preguntas que requiera para clarificar lo que le estas pidiendo. Es también la fase en la que pueden negociar la fecha de entrega o realización, las condiciones, o darte cuenta que le estás pidiendo a la persona equivocada, etc. Mientas el otro no acepte lo que le estás pidiendo y no tenga fecha, no hay una promesa de cumplimiento.

Te das cuenta que saber pedir no es tan simple como decir: haz esto o lo otro, incluso si es a tu propio hijo.

3. Es esto lo que necesitabas

Ese momento en el que recibes lo que has pedido es la tercera face. La persona a la que le has pedido está cumpliendo su parte, entrega lo que ha entendido que te hace falta o lleva a cabo la acción que solicitas. Quién tomó el pedido declara el cumplimiento de éste.

Es cuando, siguiendo el ejemplo de arriba, es jueves en la mañana y te llega un correo con el informe de ventas que has pedido o cuando la persona entra de nuevo en casa después de salir a tirar la basura y te dice, ya está, el cubo está vacío.

4. Gracias

En la última fase aceptas que has recibido exactamente lo que has pedido y le expresas al otro tu declaración de satisfacción con lo que has recibido. Envías un correo de respuesta diciendo que el informe lo has recibido y es tal cuál lo que necesitas o le dices a quien salió a tirar la basura: Gracias.

Si lo que recibes no es lo que necesitas o lo que te hacía falta, no es necesario montar en cólera o hacer un drama. Regresan a la segunda fase y conversan sobre las condiciones del pedido, las condiciones que necesita el otro cumplir para que puedas sentir satisfacción con lo que recibes.

Estas 4 fases funcionan en doble vía, tanto si haces un pedido como si eres quién lo recibe.

Cuando conversas de esta manera: haciendo pedido claros, negociando y renegociando, haciendo nuevas ofertas ante pedidos que no puedes cumplir, ayudando al otro a resolver sus necesidades, no sólo cuidas de tu equilibrio emocional. También estás cuidando al otro y la relación, sea esta laboral, filial, de negocios, etc.

Psicología para la acción:

Te invito a realizar un experimento:

Observa un pedido que hayas hecho recientemente y no salió como necesitabas.
Revisa cada una de las fases e identifica dónde puedes mejorar la manera de pedir.
Haz de nuevo el pedido siguiendo estas fases que te propongo arriba.
Comparte conmigo el resultado de tu experimento.

En la siguiente entrada te compartiré algunas creencias que te limitan a la hora de cambiar y de aprender.

* Si deseas profundizar en el loop del pedido te recomiendo leer ellos capítulos 3 y 10 del libro conversaciones para la Acción de Fernando Flores L.