Estar preparado en todo momento es, básicamente, imposible. Sin embargo, veo con frecuencia que las personas que me consultan tienen la pretensión de eliminar la incertidumbre de sus vidas. La incertidumbre no es buena ni mala. La clave está en cómo te mueves en medio de ella.
Sin la incertidumbre no podrías inventar o reinvetarte. Al no saber lo que va a pasar en el futuro lo que te queda es inventarlo. Si la incertidumbre te atrapa y entras en estados de ánimo negativos como la desconfianza o la inseguridad viene la necesidad de control y querrás tenerlo todo previsto.
Preparado para el futuro
Si te preocupa estar enfermo en la vejez, hoy mismo necesitas hacerte cargo de cuidar tu salud, tu alimentación y tu actividad física. No es en el futuro donde esta el obstáculo a vencer, hoy puedes crear las condiciones que deseas vivir en el futuro, o por lo menos, acercarte a ellas. Ten la humildad ante la vida de navegar lo que te traiga, lo que te preocupe del futuro constrúyelo, cultívalo hoy, puedes ser previsor, nunca podrás controlar la vida.
Pretender estar preparado en todo momento: fatiga asegurada
Si pretendes responder a todo lo que se te pide, en todo momento, sin equivocarte, acertando a la primera en todos los detalles, terminarás agotado. Aunque en general esta es una tendencia mucho más femenina. Mientras no reconozcas y respetes tus propios límites, los otros no los respetarán.
¿Actúas sólo cuando tienes preparado el paso a paso?
Si antes de iniciar cualquier acción buscas tener cada uno de los pasos bajo control, lo más probable es que termines por no actuar. Si te pasa que sabes exactamente lo que necesitas hacer para cambiar una situación o para conseguir lo que deseas pero no pasas a la acción, haz caído en esta trampa.
Igualmente sucede si no conoces todos los pasos, y aún así no te atreves a pedir ayuda y prefieres quedarte paralizado por no lanzarte sin estar totalmente seguro y correr el riesgo de equivocarte. Cometer errores es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento, sin embargo cuando caes en esta trampa lo ves como algo a evitar. En consecuencia estás evitando crecer y aprender.
Psicología para la acción:
Para evitar caer en esta trampa o salir de ella te propongo tres acciones sencillas
- Si quieres tener un futuro determinado, lleva a cabo hoy las acciones que te llevarán a ese futuro. De esta manera puedes minimizar el riesgo de los temores en el futuro. Sólo en éste instante tienes la capacidad de actuar.
- Practica decir: no, no sé, me equivoqué… verás lo liberador que es.
- Pide ayuda, de este modo practicas reconocer y respetar tus límites y podrás avanzar en todos tus objetivos.
¿Has leído ya las otras trampas?
Trampa 1: Debería ser competente siempre y nunca equivocarme
Trampa 2. Debería ser eficiente en todo momento
Trampa 3. Debería ser independiente y autosuficiente
Trampa 4. Debería ser útil
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